Somos hijos de la tierra y a ella retornaremos. Vemos múltiples formas de vida, pasadas y presentes, que comparten una molécula, el ADN. Sabemos algo de su evolución en la historia del planeta, desde las algas verde azules de los tempranos océanos hasta la multiplicidad actual que ningún ojo abarca. La relación tierra, evolución y ADN es muy reciente en el pensamiento científico de occidente; 1859 y 1953 para condensarla. Empero, la lista de los científicos que han investigado estos problemas es muy extensa.