En los últimos 240 años el mundo ha experimentado 6 grandes revoluciones tecno económicas que han cambiado lo que es tecnológicamente viable, socialmente aceptado y económicamente rentable (Pérez, 2014). El inicio de cada revolución se genera a partir de insumos baratos que cambian la estructura de costos relativa en favor de su uso intensivoS, logrando un impacto generalizado (Freeman y Soete, 1997), donde el despliegue del potencial de crecimiento de cada gran oleada depende de las nuevas redes de infraestructura y las infraestructuras anteriores se modernizan e interconectan o son reemplazadas.