El artículo es un estudio de la ciudad, con una perspectiva cultural. Se centra en los fraccionamientos de interés social, ubicados en la periferia este de Tijuana, Baja California, México. Se analiza cómo los residentes se organizan y reorganizan sus espacios ante la inseguridad que viven, porque han quedado insertos en un contexto de violencia, de desplazamiento -por el mercado inmobiliario fronterizo-, de segregación urbana y del abandono e invasión de viviendas. Se propone que, dadas las condiciones descritas en los fraccionamientos (algunos con 20 años de antigüedad), se reconstruyen los entornos desde una urbanización defensiva.