Publicación: Análisis e identificación de los procesos constructivos de la empresa ML Diseño y Construcción SAS en vías de una certificación con la Norma ISO
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Resumen en español
La industria de la construcción es una de las actividades que más contribuyen al desarrollo y crecimiento de la humanidad. Un incremento de los índices de construcción es generalmente un indicador del crecimiento demográfico, el cual demanda más obras y proyectos de infraestructura, vivienda, educación, salud, etc. Otro aspecto que también puede incrementar este índice es el mejoramiento de las condiciones socioeconómicas del país, lo cual se refleja en la remodelación de obras existentes y en el desarrollo de nuevas obras, tanto del sector privado como del público, o en políticas enfocadas en sectores de crecimiento que demandan más infraestructura, como es el caso de nuestra costa colombiana con el crecimiento del Sector Turístico. El crecimiento de la actividad de la construcción obliga a actuar responsablemente a garantizar que la actividad va a ser desarrollada en forma sostenible. De esta manera, la atención debe enfocarse en tratar que todo proyecto de construcción se desarrolle con base en parámetros de desempeño que logren que este objetivo se cumpla, a saber, tiempo, costo, calidad, seguridad y ambiente, entre otros. Corresponde en este artículo señal cómo se incorporan estos parámetros en los procesos, con el objetivo de lograr que la actividad de la construcción sea de calidad, especialmente en este momento en que los costos de los materiales nos obligan a racionalizar y optimizar recursos. La industria de la construcción, a diferencia de otras industrias, es una actividad en la que cada producto es diferente, es decir, ningún proyecto es o será igual a otro. En esta diferencia influyen aspectos como variabilidad de los materiales, variabilidad de la mano de obra, variabilidad del clima, variabilidad de la tecnología, etc. Esta condición particular hace que cada proyecto de construcción sea único y especial. Sin embargo, hay generalidades que es posible aplicar a cada proyecto con el objetivo de mejorar los procesos y por ende, el producto final. Para comenzar, es importante tener claro que la construcción se compone de una serie de operaciones y éstas a su vez se dividen en procesos compuestos por tareas, por lo cual es importante definir que un proceso constructivo se compone de una serie de tareas en las que intervienen recursos. Estos recursos son de orden tecnológico, material y humano. ¿Cómo mejorar los procesos constructivos teniendo en cuenta estos recursos? ¿Qué variables debemos controlar? El mejoramiento de los procesos constructivos puede aplicarse desde el inicio del proyecto, en su etapa de planificación. Es en esta etapa donde se toma decisiones importantes respecto a elementos tales como tecnología, sistemas constructivos y materiales. Estos aspectos influirán definitivamente en el mejoramiento de los procesos constructivos. A continuación se detallan algunos de estos aspectos. Por ello cada día la calidad de los proyectos alcanza más importancia, especialmente como una herramienta de competitividad y reconocimiento para la empresa. La calidad del producto final se inicia implementando calidad en el desarrollo de los procesos, lo cual incluye calidad de la mano de obra, calidad de los materiales y calidad del producto final. Las empresas han reconocido en la calidad una ventaja competitiva y algunas se han certificado con las Normas ISO 9001, mientras otras están en proceso de certificación. La certificación de los procesos constructivos es una herramienta muy valiosa con la que las empresas garantizan el deseo de querer hacer las cosas bien, lo cual incrementa la confianza del usuario o consumidor. Aunque la construcción sea un indicador de crecimiento, también es una actividad que normalmente impacta el ambiente. Cualquier obra o proyecto de construcción, por pequeña que sea, modifica de alguna manera el ambiente. También es una realidad que en la construcción se consume grandes cantidades de recursos naturales en los procesos constructivos, tales como agua, energía, materiales pétreos, metales, madera y otros. Tal consumo requiere que se implemente políticas de gestión y administración en el desarrollo de los proyectos para optimizar el consumo de recursos y mejorar los procesos. Es muy importante que los procesos se realicen con una alta calidad para evitar que se deba rehacer elementos, lo cual al final representa un mayor consumo de recursos y un aumento de los desechos. Es necesario implementar herramientas de gestión en el desarrollo de los proyectos, incluyendo capacitaciones para optimizar el uso de recursos tales como agua, electricidad y materiales. La implementación de controles y la determinación de índices ambientales pueden ayudar a que los procesos se realicen en forma más eficiente. Aspectos tales como gestión y manejo de desechos, tanto del proyecto como de los trabajadores y sus actividades, y el uso racional del agua y de la energía son acciones que pueden establecerse sin complicación. Una recomendación, al menos mientras se desarrolla una cultura ambiental, es el establecimiento de políticas de incentivos para promover un mejor comportamiento de los individuos ante el ambiente, por ejemplo, mediante el reciclaje de materiales, la reutilización de materiales que aún tienen alguna vida útil, la reducción en el consumo, etc.